En el complejo engranaje de piezas que conforma el funcionamiento de motores y sistemas mecánicos, la electroválvula juega un papel crucial. Este dispositivo, aunque pequeño en tamaño, desempeña una función esencial en el control del flujo de líquidos y gases en una amplia variedad de aplicaciones. Llevar un correcto manteniemot de estas valvulas puede evitar amunetar el precio por mantenimiento de motores Kohler de 9.5hp o otras unidades. ¡PRESTA ATENCIÓN!

En este artículo, exploraremos a fondo el mundo de las electroválvulas, respondiendo a preguntas clave como: ¿Qué es una electroválvula?, ¿cómo funciona la electroválvula?, los tipos de ellas que existen y cómo limpiarlas de forma adecuada.

¿Qué es una electroválvula?

En el corazón de muchos sistemas de control, encontrarás la electroválvula. Pero, ¿qué es exactamente una electroválvula? En términos simples, se trata de un dispositivo electromecánico diseñado para controlar el flujo de un fluido, ya sea líquido o gas. Su nombre proviene de su capacidad para abrir o cerrar una válvula mediante un componente electromagnético.

Las electroválvulas son esenciales en situaciones donde se requiere un control preciso del flujo, como en sistemas hidráulicos, neumáticos o incluso en el suministro de agua en electrodomésticos. Imagina una pieza que pueda abrir y cerrar una puerta invisible para permitir o detener el paso de un líquido o gas con precisión milimétrica. Esa es la función principal de una electroválvula.

¿Cómo funciona una electroválvula?

Las electroválvulas regulan el flujo de líquidos o gases de manera positiva, ya sea en posición totalmente cerrada o totalmente abierta. Su función principal es reemplazar o controlar de forma remota las válvulas manuales. El proceso de operación de una electroválvula implica la apertura o el cierre del orificio en el cuerpo de la válvula, permitiendo o bloqueando el flujo a través de esta. Un émbolo, situado dentro de un manguito tubular, se eleva o desciende al energizar la bobina con corriente eléctrica.

La estructura de las electroválvulas incluye una bobina, un émbolo y un tubo guía. En las válvulas normalmente cerradas, un muelle de retorno mantiene el émbolo presionado contra el orificio, impidiendo el paso del caudal. Al energizar la bobina de solenoide, el campo magnético resultante eleva el émbolo, permitiendo así el flujo. Por otro lado, en las válvulas normalmente abiertas, cuando se energiza la bobina, el émbolo sella el orificio, bloqueando el flujo.

 

Tipos de electroválvulas

Las electroválvulas se pueden clasificar en tres tipos principales según su funcionamiento:

Electroválvulas sencillas.

Las electroválvulas sencillas son las más básicas y se utilizan en aplicaciones que requieren un control simple del flujo. Pueden ser de reposo cerrado o de reposo abierto.

  • Electroválvulas de reposo cerrado: Se mantienen cerradas cuando no hay alimentación eléctrica. Cuando se aplica la alimentación eléctrica, se abren.

  • Electroválvulas de reposo abierto: Se mantienen abiertas cuando no hay alimentación eléctrica. Cuando se aplica la alimentación eléctrica, se cierran.

Electroválvulas asistidas

Las electroválvulas asistidas utilizan la presión del fluido para abrir o cerrar el paso. Se utilizan en aplicaciones que requieren un control preciso del flujo, incluso a altas presiones.

Estas válvulas funcionan con un diafragma que se mueve por la presión del fluido. Cuando el solenoide se activa, mueve un vástago que presiona el diafragma, abriendo o cerrando el paso.

Electroválvulas de tres vías

Las electroválvulas de tres vías pueden conmutar el flujo de un fluido entre dos salidas. Se utilizan en aplicaciones que requieren controlar dos fluidos diferentes, como en sistemas de calefacción o refrigeración.

Estas válvulas funcionan con un conmutador que dirige el flujo a una de las dos salidas. Cuando el solenoide se activa, mueve el conmutador, cambiando la dirección del flujo.

¿Cómo limpiar electroválvulas?

Limpieza manual

La limpieza manual es la forma más sencilla de limpiar las electroválvulas. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Desconecta la alimentación eléctrica de la electroválvula.
  2. Cierra el flujo de los líquidos o gases que están siendo controlados por la electroválvula.
  3. Desenrosca el solenoide de la electroválvula.
  4. Verifica que el émbolo se levanta libremente.
  5. Limpia las superficies internas de la electroválvula con un cepillo suave y un detergente suave.
  6. Enjuaga la electroválvula con agua limpia.
  7. Vuelve a ensamblar la electroválvula.

Limpieza con un filtro

Una forma de prevenir la acumulación de residuos en las electroválvulas es instalar un filtro en la tubería o conducto donde está instalada. El filtro atrapará los residuos antes de que lleguen a la electroválvula, lo que ayudará a prolongar su vida útil.

¿Con qué frecuencia se deben limpiar las electroválvulas?

La frecuencia con la que se deben limpiar las electroválvulas depende de la aplicación en la que se utilicen. En general, es recomendable limpiarlas al menos una vez al año. Si la electroválvula está expuesta a condiciones de funcionamiento adversas, como altas temperaturas o suciedad, es posible que deba limpiarse con más frecuencia.

Consejos para limpiar electroválvulas

  • Utiliza siempre detergentes suaves y no corrosivos.
  • Evita usar solventes o productos químicos fuertes, ya que pueden dañar las partes internas de la electroválvula.
  • No uses aire comprimido para limpiar las electroválvulas, ya que puede dañar los componentes sensibles.
  • Si no estás seguro de cómo limpiar una electroválvula, consulta con un profesional. En Comercial Méndez podemos ayudarte, ponte en contacto con nosotros.